Hoy desperte con mucha sed.
Mi cuerpo seco
quiere beberte, absorberte,
empaparse, mojarse.
sin excusas, sin pretextos.
Hoy quiero saciar esta sed
que estoy sintiendo.
Estremecerme, sacudirme,
embolberte, ceñirte.
Desperte con ganas
de arroparme en tu existencia,
ganas de tener la impetuocidad
que se despierta,
aquella que provocan
los brios de estas carnes.
Sed tengo,
de tu cama, en tu alcohaba
fundirme toda
tengo ganas de desgastarte
el terciopelo que recubre
ese cuerpo que me regalaste.
Mucha te lo digo,
este cuero no descanza
de tus muslos sobre los mios.
siente sed de esa miel
que te escurre sin querer.
Hoy amaneci
con olor a sexo.
“MADRE SOLTERA”.
ResponderEliminarMe miro al espejo;
y veo reflejado,
la redondez de mi cuerpo.
Mis pechos aumentan,en su grosor;
en lo inhiesto,en el dolor lacerante,
de un marido que no tengo,
que no calma mis pecados...
Ni llena mis sentimientos.
Mi futuro parto,no quitará mi séd;
de hembra abstemia...
En los pecados de mi cuerpo.
Mi instinto maternal;
afloja mi bata,de seda, lino y plata,
en un gesto violento...
De un drama que se acaba.
El espejo, descubre siniestro;
con toda nitidez mi cuerpo,
mis ojos, mi cara, mis pechos,
de Madre prematura,
que expande su calor...
Como lo hace el propio fuego.
Un calor de larga lengua;
de color de oro viejo.
Soy feliz, y estoy contenta;
mi hijo que ha de venir,
a dulcificar mis penas,mi agonia,
mis pesares, como mujer, como Madre...
Como hembra hecha.
Solo me faltan 3 dias;
para que salga de cuentas,
y que mi hijo conozca...
A su Madre y a su Abuela.
¡¡Y que conozca su tierra!!...
Y a toda su parentela.
Tapo mi cuerpo dorado;
que el espejo ha reflejado...
en la redondez, de su esfera”. "Besos: Jesús.
“AMOR DE FUEGO”.
ResponderEliminarUn ardiente calorcillo;
va invadiendo mis venas,
al contemplar tus rodillas,
y entrever tus entrepiernas.
Eres mujer de mundo;
esplendorosa, osada, despierta.
Me miras, te doy pena;
tus dedos, como junquillos,
gira tu falda, abriendo la cremallera.
Dejas caer el vestido;
te quitas la blusa negra,
quedas como te han parido...
y mi “apetito” despierta.
Con imágenes obscenas;
tu esplendorosa figura,
despiertan célos y dudas...
Tocando tu piel de seda.
Tus labios;
como fruto de verano,
me besan, y me envenenan.
Con el placer de un tarádo;
succiono con vehemencia,
tus rizos ensortijados...
En tu fuente de princesa.
Con lujuria de hombre joven;
de hombre experimentado,
acaricio tus turgencias,
suaves como la nacar...
Y duras como mis penas.
Mi hombria;
en la fuente de la vida,
llenando sus recovecos...
en caliente compañía.
¿He sido tuyo, has sido mia?;
si mis manos y mis besos...
Te acarician todavia.
Tu mirada me suplica;
y tu boca me reclama,
como una carta secreta,
leida cada mañana.
Como un rio que invade...
la poesia del momento, del instante.
Eres poesia hecha carne;
como una novia distante,
como una mujer de mundo...
Y una hembra muy errante”.
"Codicioso de soltero;
desmenbrado de casado.
Hay quién lee cien mil cuentos,
Y otros salen... esquilados".
"Muchísimos besos cariño".